Cómo Ser un Buen Invitado

Hace unos meses escuché a alguien decir que su meta del Año Nuevo era ser un mejor invitado, un concepto que se me quedó muy grabado.

Ser un buen invitado no solo implica llevar un buen vino o un rico postre. También tienes que llevar buenas historias que hagan una velada amena.

Cuando pienso en el arte de contar historias, me viene a la cabeza un libro que se llama Story Worthy escrito por Mathew Dicks. Dicks explica cómo cada uno de nosotros tenemos pequeñas historias de nuestro día a día. Reflexionar en estas historias nos puede ayudar a ser más conscientes de nuestras relaciones y también a apreciar los pequeños momentos de nuestras vidas.

Para alcanzar esta meta, Dicks recomienda hacer la 'Tarea de la Vida'. Todos los días el documental dos oraciones de una historia que ocurrió durante el día. De esta forma, se ha permitido apreciar momentos chiquitos con sus hijos, con sus alumnos, y con amigos. Momentos que después se pueden convertir en grandes historias. Por supuesto, hay historias impresionantes que ocurren en algún viaje o en algún evento importante. Sin embargo, él dice que las historias más cotidianas son las que mejor suelen conectar con la audiencia.

Este ejercicio me inspiró a empezar a documentar todas mis pequeñas historias. Todos los días recibimos pequeñas lecciones y sería interesante documentarlo. Lo mejor es que de vez en cuando, puedes leer esta complicación de historias y acordarte de las historias que podemos contar en la cena.

Además de compartir buenas historias, también es fundamental saber hacer preguntas y escuchar. La psicoterapeuta Esther Perel habla mucho sobre el arte de tener conversaciones. Especialmente, cuando los temas tratados son delicados o detonan cierta incomodidad. Un ejemplo que surgió durante la pandemia fueron las conversaciones alrededor de Black Lives Matter. En este caso, es importante que las conversaciones no sean de naturaleza confrontante, pero que por lo contrario, generen diálogo.

Muchas de las mejores conversaciones que yo he tenido han sido con personas que piensan muy diferente a mí. Claro, también es increíble tener conversaciones con personas que piensan igual que uno mismo. Sin embargo, hay algo muy poderoso en pasar de un estado de shock inicial que te provoca una idea a decidir escuchar el argumento de alguien cuidadosamente. No con la intención de escuchar para responder inmediatamente, si no para entender el otro lado de la historia. Estas conversaciones no siempre cambiarán tu forma de pensar. Pero si me han dado a entender, por ejemplo, porque hay personas que votaron por Donald Trump.

En conclusión, identificar y contar buenas historias son dos buenos tips para convertirte en un buen invitado. Además, este concepto de ser un buen invitado es algo tan sencillo que lo podríamos adaptar a cualquier elemento de nuestra vida. Porque al final del día, se trata de verdaderamente conocer a las personas que te rodean y también a estar consciente de cómo puedes sumar a tu comunidad o a un evento.


Previous
Previous

Identidad

Next
Next

The Ego vs The Element of Surprise